Los primeros años de la vida de un bebé son los más importantes. Sus 3 primeros años son fundamentales en el desarrollo de su cerebro y su sistema visual.
Su sistema visual es inmaduro pues en el útero no ha tenido oportunidad de tener experiencias visuales. Es al nacer cuando empieza a recibir estímulos que le harán desarrollar su visión. Y para que su visión se desarrolle adecuadamente no debe haber impedimentos para que la luz que entra en el ojo llegue al cerebro donde se procesará esa información visual.
A los 3 meses de edad, el cerebro de un bebé es la mitad del tamaño de un cerebro adulto.
Desde que nace, el cerebro está creciendo, pero son las horas y días posteriores donde el crecimiento del cerebro es mayor. A los 3 meses, su tamaño es la mitad que el de un adulto. Posteriormente, sigue creciendo y multiplicando su capacidad neuronal.
El bebé necesita contacto físico con una persona que tendrá de referencia, su figura de apego, pues depende su supervivencia de ello. Su figura de apego es la que le dará la seguridad para enfrentarse a su nuevo mundo, los estímulos que reciba serán imprescindibles en su desarrollo visual, emocional…
El contacto físico es necesario en su desarrollo cerebral
Los bebés prematuros no tienen el mismo desarrollo cerebral que los bebés nacidos a término. Su conectividad neuronal es más baja que los que sí nacen a término. En la imagen de abajo, a la izquierda hay un feto con 20 semanas y a la derecha con 40 semanas y se aprecia el incremento de actividad neuronal.
Además los prematuros pueden tener más problemas de visión, por eso necesitan más aún de esa estimulación rica y adecuada para aprender a aprovechar al máximo su visión.
Ya sabes que te puedes descargar mi guía de estimulación visual en bebés
Imagen obtenida de www.lamenteesmaravillosa.com
La sociedad y los padres, debemos estar concienciados de la importancia de esos 3 primeros años en la vida del bebé para que pueda crecer y desarrollarse bien. Hay que atender su llanto, abrazarlo, acariciarlo, masajearlo, hablarle con cariño y cogerlo en brazos todo el tiempo que se pueda. Y, darle leche materna, que está más que demostrado que es el mejor alimento para el cerebro del bebé.
El calostro que recibe el bebé al nacer es necesario para su supervivencia y para mantener unos niveles adecuados de glucosa en sangre. Si el bebé no recibe alimento suficiente puede deshidratarse y entrar en hipoglucemia, que al parecer afecta negativamente al desarrollo normal del cerebro.
La pérdida de peso al nacer es normal dentro de unos límites
Es normal que un bebé pierda un porcentaje de peso al nacer, el 10% de pérdida del peso al nacer sería el límite máximo. La pérdida de peso puede ser por el meconio que expulsa, el pipí o que aún mamá muy poco. Cuando pierden más peso, según la valoración que hagan al bebé, pueden considerar suplementarlo de forma artificial hasta que pueda ingerir toda la leche materna que necesita, evitando posibles daños.
En la imagen de abajo se muestra la conectividad de un cerebro de un bebé alimentado con fórmula (izquierda) y la de uno con leche materna (derecha).
Autora de la imagen: Jennifer Brown. Research Laboratory, University of Edinburgh
Cuantos casos de niños con problemas de aprendizaje hay ahora, el TDAH, dislexias,…no es por casualidad, el éxito escolar depende de un conjunto de factores. Hay que remontarse a la etapa de gestación, al parto, al ambiente donde creció, a la nutrición, a los factores biológicos y al propio sistema educativo en el que esté el niño, así se puede hacer una historia detallada que nos pondrá en la pista de lo que está pasando y a qué se puede deber esas dificultades en la lectura y escritura.
En los casos de problemas de aprendizaje hay que hacer una evaluación visual además de las valoraciones de otros especialistas.
Un bebé que, por ejemplo, tiene que ir a la guardería y enferma frecuentemente, pasa por bronquitis, otitis, laringitis, …. su cerebro está luchando contra las enfermedades, está en modo supervivencia y toda esa energía cerebral que tiene que gastar en esto no puede invertirla en crecer ni en desarrollarse adecuadamente.
Además de este condicionante sobre su biología, sus emociones también se ven perjudicadas pues su figura de apego de repente desaparece y pasa a estar en un ambiente desconocido sin una persona que lo pueda atender en todas sus necesidades.
Los bebés lloran, tienen estrés, miedos y si no hay una persona que sea capaz de consolarlo porque tiene que dedicarse a 15 bebés más, el bebé pasa a un estado de resignación y dejan de expresar sus emociones ante la falta de atención.
Los pediatras recomiendan no escolarizar a los niños antes de los 2 años.
A mí me llamó mucho la atención que cuando mi hija entró por primera vez a la guardería, con un año y medio, le cambió de repente el carácter. Antes de entrar decía «no» a lo que no le apetecía, protestaba si no quería algo y lloraba si se sentía mal por algo, y en 1 mes pasó a hacer todo lo que le decía cualquier persona, le gustara o no, le apeteciera en ese momento o no, y dejó de llorar y se acurrucaba si algo le había pasado. A la vez, vinieron las bronquitis y todas las itis del mundo. Me decían que se tenía que inmunizar, socializar, etc. Ante este panorama la decisión fue clara, imaginárosla. Los pediatras aconsejan que los niños no acudan a guarderías antes de los 2 años pues su sistema inmunitario no es maduro aún para enfrentarse a todas esas infecciones.
Este link de abajo es una Guia de la Asociación Española de Pediatría para padres:
Igualmente si hay alergias, una nutrición inadecuada, hospitalizaciones, accidentes que lo inmovilizan parcialmente durante periodos cortos de tiempo, todo ello va condicionando su desarrollo de su lateralidad, motor, visual, auditivo, vestibular, de …de forma que al llegar al colegio no están en condiciones para que se favorezca un buen aprendizaje
Los problemas de lateralidad, de percepción visual y otras habilidades visuales pueden alterar el rendimiento escolar.
Normalmente los niños con problemas de aprendizaje suelen tener que ser atendidos por distintos profesionales pues pueden tener problemas en varios aspectos, no sólo a nivel visual. Y también puede ocurrir que la visión no sea la causante del bajo rendimiento escolar. Por ello se hace necesario una valoración interdisciplinar del niño.
Eso, unido al sistema educativo que tenemos en España, en el que se introduce la lectura y escritura antes de que el niño esté en el periodo de maduración adecuado, y el propio sistema de enseñanza que limita el movimiento a los niños mientras aprenden, hace que seamos un país con una tasa de fracaso escolar muy alta.
No se puede pedir a un niño de 3-4 años que escriba cuando aún no tiene la maduración suficiente para hiperespecializarse en coger un lápiz, hacer una buena pinza y exigirle una correcta orientación de letras cuando es probable que ni esté lateralizado aún y no tenga una mano definida para la escritura.
Igualmente, su sistema visual puede aún no estar preparado para la lecto-escritura. Las matemáticas, les cuesta tanto a los niños con problemas de visión porque para resolver problemas hay que tener un buen procesamiento visual, memoria visual, secuenciación visual y visualización (niños pequeños es normal que usen los dedos para contar pero después son capaces de poder visualizar el cálculo). Si estas habilidades no están bien, los resultados académicos del niño será bajos o el niño compensará haciendo un gran esfuerzo.
Como en todo siempre habrá casos que estén perfectamente preparados para el aprendizaje, pero lo ideal y lo que dice la neuroeducación y los paises punteros en educación es que la escritura y lectura debe introducirse a partir de los 7 años. Antes de eso, hay que dejar al niño jugar, desarrollar su creatividad y cultivar su sistema emocional.
Y este post se me ocurrió escribirlo en honor a Eduard Punset, que ha fallecido recientemente, y al cual podemos agradecer todo lo que nos ha transmitido estos años.
Aquí dejo un vídeo en el que explica el cerebro del bebé.
https://www.youtube.com/watch?v=uYmYOLYofXA
Si os animáis a dejar un comentario, adelante!