Terapia Visual en Málaga
La terapia visual es un tratamiento neurocognitivo que mediante distintos procedimientos adaptados a cada persona y de forma individual, mejora las habilidades visuales, consiguiendo un sistema visual más eficiente. El paciente percibe, procesa y comprende así mejor la información visual que recibe.
La terapia visual consigue fortalecer las rutas neurológicas existentes, consiguiendo también nuevos esquemas de funcionamiento. Al trabajar a nivel cerebral trata el problema desde la raíz.
Dada la plasticidad cerebral, se puede realizar Terapia Visual tanto en niños como en adultos de cualquier edad.
El 80 % de la información que recibimos es visual
Es muy importante ser eficientes visualmente para poder procesar toda la información visual que no llega. De esta manera el cerebro gasta menos energía en procesar la información, mejorando las capacidades del paciente. Si el cerebro tiene que usar más energía para compensar un sistema visual ineficiente, las tareas paralelas que deba hacer le costará más trabajo realizarlas. Por eso un niño que tiene un mal control postural o una mala visión puede derivar en un bajo rendimiento escolar, dificultando el aprendizaje, porque su cerebro tiene que estar pendiente de controlar sus ojos o su cuerpo antes que controlar lo que está aprendiendo.
Dada la plasticidad cerebral, se puede realizar Terapia Visual tanto en niños como en adultos de cualquier edad.
¿Qué se puede tratar con la Terapia Visual?
La Terapia Visual mejora la visión y las áreas del cerebro que intervienen en ella, así como el resto de sentidos que influyen en la visión
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Ambliopía
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Estrabismo
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Disfunciones binoculares
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Disfunciones acomodativas
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Oculomotricidad
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Lateralidad y direccionalidad
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Percepción visual
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Bajo rendimiento escolar por causa visual
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Mejora del rendimiento en Dislexia, TDA y TDHA cuando hay además disfunciones visuales.
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Problemas de lecto-escritura
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Control en el aumento de la miopía de tipo funcional.
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Alteraciones en el desarrollo motor, coordinación y equilibrio.
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Enfermedades neurodegenerativas como el parkinson o la esclerosis múltiple que pueden tener afectación visual.
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Daño cerebral que pueden ocasionar alteraciones en la función visual o en el procesamiento visual.
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Trastornos del espectro autista mejorando su sistema visual.
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Atención y concentración.
En algunos pacientes es necesario un tratamiento interdisciplinar con otras especialidades para conseguir un resultado óptimo. Por eso la colaboración con fisioterapeutas, osteópatas, psicólogos, logopedas, neurólogos, oftalmólogos… es fundamental.